2023/ GLOW! En curso_Residencia Artística en el Centro de Arte La Regenta



 El capitalismo ha creado grandes bolsas de miseria sentimental.

Eva Illouz.







GLOW!

EL ESPEJISMO DE LA (WONDER) WOMAN EN LA ERA DE LA SUPERSINGLE


La supersingle es hoy un concepto realmente brillante. Brillante en tanto se trata de un hito conceptual deslumbrante. La supersingle encandila, es una celebridad, podríamos aclamarla como “la gran victoriosa”. Se trata de la heroína triunfante que ha conseguido trascender con creces a aquella “lamentable solterona” del s. XVIII. Un ser emancipado y autónomo que, a priori, ha conseguido superar cualquier reminiscencia de forma de opresión anterior. Un ser individualista que tiene en su haber toda la potencialidad agencial de conducir su propia vida hacia donde quiera. Así, de la spinster (la solterona) a la supersingle podríamos hablar de un paso de gigante para historia de las mujeres.

Sin embargo, lo brillante es kitsch. Y lo kitsch resulta atractivo para unas sociedades de consumo frenético, como la actual, que se deja flashear por la apariencia, el brillo y los efectos especiales. Una sociedad en la que nos dejamos seducir por un neoliberalismo que vuelve trending los productos low cost derivados de la externalización, los souvenirs y la porcelana. Lo kitsch está detrás de un fundamentalismo de mercado que nos confina en la exaltación de lo superfluo, en la compulsión del like, en la inercia de la compra narcotizante y que nos hace idolatrar lo falsamente bello, lo falsamente real, la ilusión de lo que, finalmente, se revela como un fake. Así, la supersingle en su brillo, encandila desde la falsificación, desde la impostura. Más lejos de su esplendor, ¿no se encuentra atrapada en el anhelo de toda aquella materialidad que le provea de gozo, placer, de una felicidad ciertamente ficticia, efímera, sin signos de perturbación?, ¿no es acaso, también, actora principal de consumo de los actuales modos mainstream de amar, silenciosamente instaurados? La industria hoy, como entonces el Estado, con su enorme poder, fabrica estereotipos positivos, inalcanzables, para ser mercantilizados a través de las apps de citas, entre otras plataformas de consumo actuales.

Dentro de esta industria amorosa, los afectos/anhelos son controlados por los intereses de mercado, obedeciendo a esta estructura de poder que oprime, con sus “nuevos mandatos”, de forma silenciosa y sutil a una población que comienza a replicar estos modelos dados.

En este siglo, ha sido creada una Love´s lottery llamada Tinder.